Bienvenido a Split, ciudad de la Dalmacia central con más de 1.700 años de antigüedad. Paseando por ella verá las razones por las que el emperador romano Diocleciano decidió construir su palacio en Split. En sus calles sentirá lo que es el encanto dálmata. Deje que la ciudad y los monumentos le cuenten su historia. Al anochecer vaya a divertirse en alguno de los bares o discotecas o bien vaya a ver alguna de las funciones teatrales del festival “Splitsko ljeto” (“Verano de Split”) o a escuchar un buen concierto o a visitar alguna de las exposiciones de fotografías, todo en el marco de este festival cultural. Llévese como recuerdo una botella de aceite de oliva o una ramita de romero, que le recordarán por mucho tiempo el verano.

Vaya donde vaya, encontrará buenos restaurantes con una amplia oferta de pescado, jamón serrano y queso, y de postre, le recomendamos el típico postre dálmata, las crujientes kroštule.
Para abrir el apetito, pruebe algunos de los licores de uva o hierbas típicos de Dalmacia. La comida tradicional dálmata empieza con estos licores y después le siguen el jamón serrano y queso, a menudo con queso en aceite. También son típicas las aceitunas, negras o verdes.
Después del aperitivo, deguste otros platos típicos de la región como son el brodetto servido con polenta, el pescado a la plancha, o el pulpo asado. En todos estos platos no faltará un poco de aceite de oliva, ajo, pimienta y sal.
Para terminar, le recomendamos los típicos postres dálmatas: fritule y kroštule. Si se pregunta que beber con toda esta comida, le diremos que los dálmatas suelen decir que el pescado nada en el mar y luego en el vino, lo que significa que el vino no debe faltar en la mesa. Con los dulces pruebe un vino dulce típico llamado prošek.
Diversión y vida nocturna

Ya le hemos descrito algunas de las excursiones que puede realizar, pero si no tiene ganas de salir de la ciudad o tampoco le gusta estar todo el día en la playa, a continuación le recomendamos la manera favorita de pasar la tarde de los habitantes de la ciudad. De un paseo por la Riva y tómese un café en alguno de los bares. Con tranquilidad, disfrute su café, mire a la gente pasar, relájese. Descubrirá qué es lo que los nativos llaman fjaka, un estado de ánimo especial, donde el tiempo está parado y los problemas parecen sencillos y fáciles de solucionar.
En el paseo de la Riva, o en alguna de las discotecas, encontrará también un movido ambiente nocturno. Las calurosas noches de verano son ideales para pasárselo bien y recordarlo después de las vacaciones. El escenario ya lo conoce: unas copas, música y bailar hasta la madrugada.
Para los aficionados a las salidas más tranquilas y a los eventos culturales, recomendamos alguna de las funciones de teatro del Festival de Verano de Split, conocido por su buen teatro y sus recitales. Asista a algún concierto de música tradicional de klapa o a alguna de las exposiciones permanentes en las galerías de arte de la ciudad.